PARA TODA LA VIDA

   Uno de los momentos mas emocionantes de una pareja es el instante en que los novios ponen sus alianzas en cada dedo y realizan sus votos, estas alianzas son las arras del matrimino, cada unos de los novios tendra que prometer al otro una union para toda la vida, una union que debera sobrepasar momentos de alegria y de tristeza, que debera enfrentarse a la convivencia y aceptacion de cada uno, cargados de virtudes y defectos, de emociones a veces traicioneras, de diferentes puntos de vistas, son dos caminos que ahora se unen en una sola direccion. He visto muchos novios que no han podido hablar en el altar, sus lagrimas banan sus mejillas, sus manos tiemblan ante esta nueva dimension, un poco de temor pero decididos a enfrentarlo todo por amor...  es hermoso el dia de la boda, y aunque largo es el camino y muchas las pruebas a las que tendran que enfrentarse para llegar a la meta, cada vez que miren su dedo recordaran la promesa que se hicieron el uno al otro, sonreiran al recordar cuan nerviosos estuvieron ese dia y el amor que se juraron para toda la vida nuevamente sobrepasara la prueba.

   Asi mismo Jesus vino, habito en medio nuestro, nos amo con un amor insuperable y al ascender a su trono, nos dejo una promesa hasta que regresara por nosotros, las arras que dia a dia nos da conviccion de el amor de Dios, de su cuidado, nos consuela, nos guia, nos recuerda cada una de las promesas que hay sobre nuestras vidas y nos ayuda a mantenernos firmes en el camino a la salvacion... nuestro Consolador: el Espiritu Santo. El se encarga de recordarnos que, aunque angosta es la senda, el que nos juro amor, lo hizo PARA TODA LA VIDA.